El caso, desde entonces estoy en crisis: tengo que ir a Mayo. Y si señores, ese va a ser el próximo viaje de larga duración (porque de corta duración va a ser el fantastico Gougane Barra en el condado de Cork).
Pero volviendo al partido: lo definiré como una experiencia muy IRISH. Muy, muy, muy irish. Lo disfruté mucho pero también me sentí muy española y por tanto MUY perdida. Y si no explicadme qué hace alguien como yo cuando todo el mundo se pone en pie a cantar el himno de yoquéséqué que pa mí que era incluso en irlandés porque yo no entendía ni papa.
Al principio recordé que era buena fingiendo saberme todas las canciones de la iglesia cuando era pequeña, pensé en utilizar la misma táctica pero luego me percaté de que con 25 años probablemente la gente me iba a mirar raro. Así que nada, me resigné a ser extranjera, qué se le va a hacer? es lo que soy! así que me limité a poner cara de boba mientras todos los demás entonaban.
Por fin nos sentamos, qué emocinante todo! qué energía! me encanta cuando los del fondo de la esquina derecha se empiezan a empujar, y cuando de repente surge un cúmulo de unos 5 jugadores pegándose unos a otros... y madre mía! No me gustaría estar en posesión del balón! Un deporte entretenido, si señores... pero ahí donde lo veis no he visto deporte con seguidores más respetuosos y sanos.
Nos vemos en el próximo Mayo vs Cork, en Marzo. Me van a echar de casa!
